I. AÑOS DE FORMACIÓN Perteneciente a una familia acomodada de La Garriga, dueña de una fábrica de jabones, de un negocio de rollos de pianola y de un conocido balneario, Manuel inició su educación musical bajo la tutela de su padre, compositor de música coral: “Nací en 1897. Pasé mi infancia en el ambiente de una familia donde la música era tanto como el pan. Sin embargo ningún estudio musical serio (¡oh, desventura!). Llegado a mayor de edad fui destinado a colaborar en los negocios de mi familia y mi afición irreductible por la música no fue tomada en serio. Yo iba trabajando solo. Desde la época en que el pianista Malats en sus famosas sesiones dio a conocer Iberia de Albéniz, me pasé una serie de años sin perder concierto. Más tarde Mompou me reveló la música moderna francesa (moderna se llamaba por aquel entonces), Debussy y Ravel me impresionaron. Viajes al extranjero y a París especialmente, donde empezaron a aparecer mis primeras obras para piano. Atraído por la orquesta, pedí lecciones al maestro Lamote de Grignon quien estrenó en el Liceo mi poema Matí de Festa. Posteriormente Pau Casals dio a conocer mi segunda sinfonía, El rapte de les Sabines”. Esta pequeña autobiografía, recogida en el programa oficial del XIV Festival Internacional de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea (SIMC), habido en Barcelona del 18 al 25 de abril de 1936, en que se interpretó su obra Les ombres perennes, resume los primeros pasos e influencias del compositor; de ella se han tomado las citas autobiográficas de este artículo.