Salvador Bacarisse Chinoria

Hijo de un comerciante francés residente en Madrid y de una zaragozana de origen italiano, Bacarisse se crió en un ambiente de cultura mixta que influyó decisivamente en su evolución artística. Su origen burgués le permitió cursar estudios superiores. Por deseo de su padre estudió, tras el bachillerato (1913), derecho y filosofía y letras, licenciándose en la Universidad de Madrid. Simultáneamente se dedicó a la música, estudiando en el Real Conservatorio de Música de Madrid piano con Manuel Fernández Alberdi y armonía y composición con Conrado del Campo. La llamada a filas en agosto de 1919 le llevó durante dos años a Tetuán, determinando la interrupción de su actividad apenas comenzada como compositor. Regresó del servicio militar en 1922 y se instaló en Madrid, donde se casó con la madrileña Pilar Cuadrado Sanz (1896-1976), que había sido condiscípula suya en el conservatorio, con la cual tuvo un hijo (Salvador, 1923). Por real orden del 1 de diciembre de 1922 el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes abrió por primera vez un Concurso Nacional de Música dotado con un premio de 4.000 pesetas para la composición de un poema sinfónico, y otro para un cuarteto de cuerda o cuerda y piano. En marzo de 1923 resultaron ganadores de este concurso dos futuros miembros del Grupo de los Ocho de Madrid: Bacarisse, con su poema sinfónico La nave de Ulises para coro femenino y gran orquesta (op. 1) que había enviado bajo el lema Mare Nostrum, y Julián Bautista, con el cuarteto bajo el lema Kim. En mayo de 1923 apareció Bacarisse por primera vez como compositor ante el público, estrenando el Quinteto Hispania en la Sala Æolian sus Tres piezas para quinteto (op. 3a), que fueron calificadas por Juan del Brezo como “lo más interesante del concierto”, entre obras de J. J. Lloret, J. Lamote y Grignon, y J. Aguirre (La Voz, 24-V-1923, 3). El estreno del poema sinfónico premiado, previsto para octubre del mismo año (por la Orquesta Filarmónica dirigida por Bartolomé Pérez Casas, en el Círculo de Bellas Artes), no se realizó por el rechazo de parte de los instrumentistas en el primer ensayo, que consideraron la partitura demasiado progresista. A causa de este rechazo pasó Bacarisse una crisis que le impidió componer durante más de dos años.