... .L. 1995 (San Vicente, Alicante: Imp. Gamma. ISBN 84-89522-16-2.C. H. PATTERSON. La república, Platón. CEAC, 1989. ISBN 84-329-1702-8.José Antonio CECCHINI ESTRADA. La educación física ...
... “mito de la caverna”, que el filósofo expone en uno de sus diálogos más conocidos, La República. Para Platón los hombres están como encerrados en una caverna oscura y lo que ven...
... canto y un texto, ya que la música puramente instrumental no es más que una diversión enervante. En La República, Platón propone desterrar de la ciudad ideal a los intérpretes de aulos (instrumento ...
XI. -Y por cierto -dije- que tengo en la mente muchas otras razones para suponer que la ciudad que fundábamos es la mejor que pueda darse; pero lo afirmo sobre todo cuando pongo mi atención en lo que ...
I. -Bien -concluí-. Tales son, según parece, las cosas relativas a los dioses que pueden o no escuchar desde su niñez los que deban honrar más tarde a la divinidad y a sus progenitores y tener en no ...
I. -Muy bien. Hemos convenido, ¡oh, Glaucón , en lo siguiente. En la ciudad que aspire al más excelente sistema de gobierno deben ser comunes las mujeres, comunes los hijos y la educación entera e ...
Capítulo 1Acompañado de Glaucón, el hijo de Aristón, bajé ayer al Pireo con proposito de orar a la diosa y ganoso al mismo tiempo de ver cómo hacían la fiesta, puesto que la celebraban por primera vez ...
I. -Y a continuación -seguí- compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza . Imagina una especie de cavernosa vivienda ...
I. –Así pues -dije yo-, tras un largo discurso se nos ha mostrado al fin, ¡oh, Glaucón , quiénes son filósofos y quiénes no.-En efecto -dijo-, quizá no fue posible conseguirlo por más breve camino.-No ...
I. -Queda por ver -dije- el hombre tiránico en sí mismo, cómo surge por la transformación del democrático, cuál es, una vez que nace, y de qué modo vive, si desgraciado o feliz.-En efecto, eso es ...
Capítulo 1Con estas palabras creí haber dado ya fin a la discusión; mas al parecer no habíamos pasado todavía del preludio, porqué Glaucón, que siempre y en todo asunto se muestra sumamente esforzado ...
I. Y Adimanto, interrumpiendo, dijo: -¿Y qué dirías en tu defensa, Sócrates, si alguien te objetara que no haces nada felices a esos hombres, y ello ciertamente por su culpa, pues, siendo la ciudad ...
I. -Tal es, pues, la clase de ciudad y de constitución que yo califico de buena y recta y tal la clase de hombre; ahora bien, si éste es bueno, serán malos y viciosos los demás tipos de organización ...
... vivo que nace, se desarrolla y muere (organicismo). Pasa revista (igual que Platón en La república) a los principales regímenes, y su análisis ha llegado a ser clásico.– La...
... durante veinte años. Allí ingresó en la Academia de Platón, que sólo abandonó veinte años después, a raíz del ... acabamos de hablar. El segundo gobernó la República de Atenas,...
... como esclavo por naturaleza? El Estado se basta necesariamente a sí mismo; el esclavo, no.En la República de Platón se trata de esta cuestión de una manera ingeniosa, pero...
... que Pompeyo gobernaría rectamente y conservaría la república que se acogía a su virtud. XLVIII. ... , se encerró, y tomó en su mano el diálogo de Platón que trata del alma:...
... móviles de solicitud y de amor, que son la propiedad y la afección; y en la República de Platón no tienen cabida ni uno ni otro de estos sentimientos. Este cambio de los hijos que...
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