... abajo dice Sancho, dijo el tradutor desta historia que tenía por apócrifo este capítulo).-¿No te parece, animalia -prosiguió Sancho-, que será bien dar con mi cuerpo en algún gobierno provechoso ...
... oírle decir esto, como si él fuera muy albillo o moscatel. Dejé el prólogo y comencé el primer capítulo que decía:«Atendiendo a que este género de sabandijas que llaman poetas son nuestros prójimos ...
... haya nunca permitido que se arrastre por la superficie de la tierra.»← Capítulo anteriorTítulo del capítuloCapítulo siguiente →Parte II, Capítulo VParte II,
... riesgo de mi vida, a defender su persona y su estado contra los invasores.← Capítulo anteriorTítulo del capítuloCapítulo siguiente →Parte I, Capítulo IIIParte I,
... honrados que iban a bordo dependían únicamente de mí.← Capítulo anteriorTítulo del capítuloCapítulo siguiente →Capítulo 9: Las municionesCapítulo 10: La travesíaCapítulo...
... merced; y hasta agora me parece que no he contravenido contra el tal capítulo.-Yo no me acuerdo, Sancho -respondió don Quijote-, del tal capítulo; y, puesto que sea así, quiero que...
... Saavedra ENTRA Cide Hamete, coronista desta grande historia, con estas palabras en este capítulo: «Juro como católico cristiano...»; a lo que su traductor dice que el jurar Cide Hamete como católico ...
... del original, de la que escribió su primer autor Cide Hamete Benengeli, que, llegando al capítulo de la aventura de la cueva de Montesinos, en el margen dél estaban escritas, de mano del mesmo ...
... su religión. Con él me enseñó las letras y el significado de las palabras.← Capítulo anteriorTítulo del capítuloCapítulo siguiente →Parte II, Capítulo IParte II,
... doy aquí por concluida la parte segunda de mis desventurados viajes. ← Capítulo anteriorTítulo del capítuloCapítulo siguiente →Parte II, Capítulo VIIParte II,
... conocer freno ni silla, viven en gran amistad conmigo y en intimidad mutua.← Capítulo anteriorTítulo del capítuloCapítulo siguiente →Parte IV, Capítulo XParte IV,
... que yo hiciese si creía que podía servir de diversión a Su Majestad.← Capítulo anteriorTítulo del capítuloCapítulo siguiente →Parte II, Capítulo IVParte II,
... andar más de prisa, con lo cual se paró un rato para dejarme descansar.← Capítulo anteriorTítulo del capítuloCapítulo siguiente →Parte III, Capítulo XIParte IV,
... descubierto y saqueado; las setecientas mil libras habían desaparecido ← Capítulo anteriorTítulo del capítuloCapítulo siguiente →Capítulo 31: La búsqueda del tesoro: la señal...
... una inclinación de cabeza y se perdió a buen paso entre los árboles.← Capítulo anteriorTítulo del capítuloCapítulo siguiente →Capítulo 29: La Marca Negra, de nuevoCapítulo 30:...
... í una semana, es lo mejor para todos; pero, sin duda, otro ataque puede acabar con él.← Capítulo anteriorTítulo del capítuloCapítulo siguiente →Capítulo 1: Y el viejo marino...
... cerca de la hostería, que pudimos ver todo cuanto en ella ocurrió.← Capítulo anteriorTítulo del capítuloCapítulo siguiente →Capítulo 3: La Marca NegraCapítulo 4: El...
... que acompañaban a su señoría, y entrándome en la canoa dejé la playa.← Capítulo anteriorTítulo del capítuloCapítulo siguiente →Parte IV, Capítulo IXParte IV,
... lector verá más adelante, al tratar circunstancialmente mi modo de vivir.← Capítulo anteriorTítulo del capítuloCapítulo siguiente →Parte IV, Capítulo IParte IV,
... felonía, y ese rictus seguía todos mis movimientos, espiándome, aguardando.← Capítulo anteriorTítulo del capítuloCapítulo siguiente →Capítulo 24: La travesía en el...
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