... nacionalLos comienzos del S. XIX están marcados por un reforzamiento del centralismo, lo que entraña un verdadero monopolio del Estado sobre los teatros. Por otra parte, frente al ascenso de nuevas ...
... con sus plumas, como los pavos reales. Pero hasta la mesa de Luis XIV las costumbres no adquirieron verdadero refinamiento. La comida del rey, ceremonia organizada hasta en el menor detalle, consta ...
El liberalismo se implanta en la primera mitad del s. XIX, pero pronto se ve desbordado por el movimiento democrático e impugnado por el socialismo; sin embargo, el movimiento de las nacionalidades ...
La aparición de Jesús constituye una subversión capital en la historia de la humanidad. TodavÃa hoy, una parte del planeta vive en un tiempo definido por la presumida fecha de su nacimiento. En aqu ...
El mar Báltico, verdadero Mediterráneo del norte, conoció al final de la Edad Media una enorme actividad comercial. Pero aun asÃ, todavÃa no habÃa llegado la hora, para los tres reinos ...
... . No contamos, por tanto, con documento alguno sobre los 800 millones de años anteriores, con ningún rastro del verdadero comienzo de la historia terrestre..grande Un gran corteTodas las diferentes ...
... , las paredes de mazapán, las ventanas de caramelo, las puertas de turrón, el camino de confites, "¡un verdadero manjar " dijo Hansel quien corrió hacia la casita diciendo a su hermana: “¡Ven ...
... , ajustadores, forjadores, etc. Este aprendizaje permitirá retocar los planos definidores del verdadero prototipo. Gracias a esta maqueta se estudiará la ordenación del avión desde los pañoles ...
... descriptivas de la atracción que el mar ejerce en gran parte de la literatura estadounidense. El verdadero poeta, coetáneo de Longfellow, fue Walt Whitman, creador de una expresión y energÃa nuevas ...
... masiva de capitales extranjeros, sobre todo los estadounidenses (hoy puede calificarse a Indonesia de verdadero «paraÃso» de las multinacionales); la permanencia de la habitual bipolaridad colonial ...
... en les ganara; daban de comer a los pobres y los vestÃan, y ejercÃan su caridad con delicadeza y verdadero espÃritu cristiano. La mujer murió la primera; recuerdo muy bien el dÃa. Era yo un chiquillo ...
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