... gris y oro. Ana se sentó en el sofá, el Magistral a su lado en un sillón. Las maderas de los balcones entornados dejaban pasar rayos estrechos de la luz del día moribundo; apenas se veían Ana y De Pas ...
... vagas siluetas de montañas no entrevistas dedía, sobre el fondo rojo del crepúsculo.Cuando en la zapatería dejaban el trabajo, solía ser ya de noche.Bajaban el señor, Ignacio, Leandro, Manuel y Vidal ...
... con sus propias manos, solícita, enamorada ya desde el primer día; los hermanos la dejaban cuidar y enamorarse; la dejaban hacer servicios de amante esposa que tiene al esposo...
... acer cosquillas al recién nacido, al que venía de los cielos del misterio, metiéndosele por las carnecitas que dejaban al aire los dedos discretos y expertos de doña Celestina, al descubrir la espalda ...
... la regia cámara. Allí la aguardaba ya un pajecillo vivo y alegre y retozón como sus años, que apenas le dejaban llegar a la adolescencia. -Buenas noches, señora Castana -dijo al verla-, buenas noches ...
... . El alcohólico Huerta acabó sus días en una cárcel de los Estados Unidos, desesperado porque no le dejaban beber. Al viejo Carranza, que parecía construido para vivir un siglo, lo acaban de asesinar ...
... los muros blancos, Jesús Niño tendía sus brazos en cruz. Las maderas del balcón abiertas dejaban ver los campos estériles, prolongándose en lontananza, semejante a un mar de arena; y allá a lo lejos ...
... renglones en las ocho caras, de letra firme en gruesos rasgos de pluma estilográfica, y que dejaban concretar á espacios la tinta verde en metálicos reflejos de anilina. Decía al final, y no diría ...
... africana. Y, siguiendo con la imaginaci& 243;n la fuga sin t& 233;rmino de los primeros valencianos, que dejaban olvidada y perdida una civilizaci& 243;n cuyos & 250;ltimos prestigios resucitan hoy ...
... ligera, y almendras y avellanas, y grano tostado y salado, y otras mil cosas admirables. Y dejaban de comer para respirar rosas y jazmines, o para recitarse poemas encantadores. Y entonces Feliz-Bello ...
... , viendo venir las cartas de este juego histórico». Empezó a lloviznar: el hermoso paisaje que atrás dejaban don Toro y Juan se empañaba, se desleía en una atmósfera lechosa y terne. Así el alma ...
... cruz. Las primeras noches pasó Felipe momentos de agonía, y los escalofríos y congojas no le dejaban dormir. El terror le hacía apretar los párpados, y la curiosidad le estimulaba a abrirlos. Abría ...
... agitándose con penoso estertor. Sus labios tomaban un tinte violáceo y sus ojos, casi cerrados, dejaban entrever un globo empañado e inmóvil. Eran unos ojos que ya no miraban, y su morena carita ...
... había, para el hilo y las agujas de bordar..., y quedan tres. Con dos reales diarios comía... si me dejaban ganas de freír un par de huevos, o de arreglar una sopa, la fatiga y la tristeza. Dos meses ...
... Renacimiento, un salón cuadrado, disfrazado de anfiteatro mediante unas barandillas de madera que dejaban a disposición de la barra el fondo y los rincones, llenos de largos escaños. Las «bancas ...
... re los grupos al paso lento de su caballo.Miraban de reojo á Robledo, y según éste se iba alejando, dejaban caersus herramientas, sentándose otra vez. Volvió repetidas veces sucabeza el ingeniero ...
... los años cuarenta, la moda española creó un nuevo modelo formado por anchas tiras verticales que dejaban entrever el forro. En los primeros treinta años del siglo, los españoles usaron melenas largas ...
... se cuidaba de dar a su hija ejemplo de seriedad ni de constancia, y en su frívola cabeza no dejaban las ligerezas propias espacio para los sanos pensamientos que debía consagrar a la guía y dirección ...
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